
Automatización emocional: la IA ya adapta campañas publicitarias al estado de ánimo del usuario
Una nueva frontera del marketing digital está siendo cruzada: la automatización emocional. Gracias a la inteligencia artificial aplicada al análisis de comportamiento en tiempo real —como patrones de navegación, entonación en mensajes de voz, velocidad de escritura o elección de emojis— algunas plataformas están empezando a adaptar las campañas publicitarias según el estado emocional del usuario.
Empresas como Affectiva, Replika AI y EmotionTech ya están experimentando con modelos que, por ejemplo, pueden detectar si un usuario está frustrado, relajado, emocionado o indeciso, y ajustar automáticamente el tono, el mensaje o incluso el tipo de producto que se le muestra.
En el ámbito del email marketing, por ejemplo, algunas herramientas de CRM pueden variar el lenguaje de los correos según el ánimo estimado de la audiencia. En redes sociales, ya se están testeando anuncios que cambian el copy si el sistema detecta ansiedad o baja energía en el comportamiento reciente del usuario.
Esta capacidad de adaptación abre posibilidades inmensas en términos de conexión, personalización y conversión. Pero también plantea nuevos dilemas éticos sobre privacidad emocional y el uso comercial de datos afectivos. ¿Es posible empatizar digitalmente sin invadir?
Lo cierto es que esta tendencia marca el inicio de una era donde la comunicación emocional será programable, y donde cada interacción publicitaria será no solo relevante, sino emocionalmente pertinente.